La euforia por el triunfo de Colombia ante Bolivia ya ha pasado. Atrás quedaron los ecos, casi todos placenteros, de los 90 minutos que abrieron las puertas de la inmortalidad a los 23 guerreros (actuaron 14), que inscribieron sus nombres en el historial de las eliminatorias a mundiales de fútbol, al vencer por primera vez a los bolivianos en su altura de 3.640 metros.
Desde hoy, Leonel Alvarez y sus dirigidos, hacen parte de los hechos sobresalientes del fútbol colombiano. Se sumarán al 4 a 4 con Rusia, al paso a la segunda ronda en Italia 90, tras empatar con Alemania y al 5 a 0 con Argentina.
“A estas alturas del partido”, para usar una frase del refranero popular, estaría “fuera de lugar” (y ahí va otra) hacer análisis individuales o colectivos sobre el comportamiento del seleccionado nacional. Solo queda regocijarse y disfrutar, mientras llega la tercera fecha frente a Venezuela.
Quizá, lo único que puede ponderarse, sin que sea extemporáneo hacerlo, es el conocimiento previo del técnico Alvarez, sobre el significado de jugar a esa altitud sobre el nivel del mar. Las tres o cuatro actuaciones de Leonel en el estadio paceño, como jugador, le sirvieron para diseñar el colectivo y las variantes del mismo en el juego del pasado 11 de octubre.
Las críticas sobre la ausencia de Falcao García y la presencia de Teo Gutiérrez en la formación inicial del equipo, fueron acalladas por la actuación de segundo (figura del partido) y el ingreso del primero, sellando la victoria colombiana.
Quedó demostrado, además, que cuando se tiene personalidad deportiva no importa la edad, ni la altura, ni la exigencia física, porque James Rodríguez, a sus escasos 20 años, fue capaz de asumir el rol de conductor, para llevar al equipo a la victoria.
Leonel entró a la historia y, con él, 23 de nuestros mejores futbolistas. Bienvenido el triunfo. Ahora, a seguir adelante, porque Brasil ya está a la vista.
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Maestro Álvaro Javier, una saludo.
ResponderEliminarEste es un claro ejemplo de lo que puede ser la buena escritura, la buena apreciación deportiva y la buena crítica, no porque ésta sea a favor de, sino porque es equilibrada y justa.
Comparto, desde mi ignorancia, su apreciación. Leonel demostró que no era tan necesario pagar 120 millones de pesos mensuales a un técnico extranjero. El talento colombiano sigue demostrando ser alto, como lo es su columna.
John Anzola.