La libertad, después de la vida, además de ser el derecho más sagrado
de los seres humanos, es el motor que mueve a lograr grandes éxitos e
increíbles hazañas. Esa libertad tiene a la selección Colombia “ad portas” de
alcanzar lo inimaginable.
La libertad del seleccionado nacional comienza, quien lo creyera, con
la lesión de Falcao García. Triste y dolorosa verdad, pero más cierta que la
certeza misma.
Los jugadores de Colombia, tenían en mente, hasta el último juego de la
ronda clasificatoria, que el hombre de los goles era Falcao y que, todos debían
jugar programando el pase final a los pies, o a la cabeza del delantero samario.
La ausencia del “ariete”, por la lesión conocida, permite que, se acabe
la dependencia y llegue la libertad; la misma que hoy tiene a James Rodríguez
como máximo anotador de goles, con la selección, y a Jackson Martínez, como el
primer colombiano en anotar un doblete en un partido del mundial.
Esa independencia, nacida de la libertad, permite, igualmente, a Faryd
Mondragón establecer un nuevo record en campeonatos de mundo. Mondragón, con 43
años y tres días, es el jugador de mayor edad, que ha actuado en una
competición final.
La libertad que se vive en las toldas cafeteras, permite que, también
por primera vez, Colombia logre pasar invicta a la segunda ronda, con nueve
puntos, de nueve posibles, nueve goles a favor y solo dos en contra,
clasificando en forma anticipada en el segundo partido.
La independencia colombiana, porque su juego y sus goles no dependen de
nadie, hace posible de la misma manera que para el tercer juego de la primera
ronda, se cambien ocho de los once titulares y termine el compromiso, con nueve
suplentes y solo dos titulares.
La libertad y la independencia, tienen a Colombia donde está. Los goles
los puede anotar James Rodríguez, Teófilo Gutiérrez, Juan Guillermo Cuadrado, Jackson
Martínez, Juan Fernando Quintero; y los podrán convertir Carlos Bacca, Víctor
Ibarbo, Mario Alberto Yepes, o cualquiera que tenga la capacidad y la visión
suficientes, para llegar a la victoria; no hay que esperar por un salvador
determinado, no hay que buscar una figura goleadora. Todos pueden y deben
actuar, como hasta hoy lo han hecho,
pensando en el triunfo, aprovechando todas las opciones y ventajas que el rival
pueda dar.
Colombia, nos hace pensar lo impensable e imaginar lo inimaginable; por
no decir que nos hace soñar con la final.
Lea otras columnas en Cosas mías: alvarojaviercalderon.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario